Atrévete a Cambiar la Rutina: El Cartero de las Flores Perdidas
3. La Tormenta de Pétalos
La situación llegó a un punto crítico durante la fiesta anual del pueblo. El aire estaba cargado de tensión. Las mujeres, engalanadas con sus mejores vestidos y adornadas con las flores misteriosas, irradiaban una alegría sospechosa. Los hombres, tensos y desconfiados, vigilaban a sus esposas con miradas furtivas. La música, en lugar de relajar el ambiente, parecía avivar las llamas de la sospecha.
Don Ricardo, consumido por los celos, confrontó a Doña Carmen en medio de la pista de baile. La acusó de tener un romance secreto con el 'admirador floral'. Doña Carmen, ofendida y dolida, negó las acusaciones con vehemencia. La discusión subió de tono, atrayendo la atención de todos los presentes. Los murmullos se extendieron como un reguero de pólvora, alimentando aún más el drama.
En otro rincón de la fiesta, Sofía, cansada de la indiferencia de Luis, bailaba animadamente con un viejo amigo de la infancia. Luis, al verlos reír y coquetear, sintió una punzada de celos que nunca antes había experimentado. Se acercó a ellos con el rostro enrojecido por la ira, dispuesto a reclamar a su esposa.
La fiesta, que había comenzado como una celebración de la comunidad, se transformó en un campo de batalla emocional. Las palabras hirientes volaban como dardos envenenados, rompiendo corazones y desatando viejas rencillas. El ambiente se volvió irrespirable, cargado de resentimiento y frustración.
Tomás, observando el caos desde la distancia, sintió un peso enorme sobre sus hombros. Su pequeño experimento, que había comenzado como una broma inofensiva, había provocado una tormenta de emociones en San Jacinto. Se dio cuenta de que había actuado de forma irresponsable, sin pensar en las consecuencias de sus actos. Era hora de asumir la responsabilidad y poner fin a la locura floral.