El Secreto del Cartero: Descubre por qué dejó Recoleta para siempre
3. La Confesión
En la oficina postal, Ernesto compartió su experiencia durante el desayuno. "Era como de otra época", describió entre sorbos de café. "Hablamos varios minutos, pero cuando volví con la policía... desapareció".
Los colegas intercambiaron miradas cómplices. "¿Seguro que no era el frío que te jugó una mala pasada, viejo?", bromeó uno mientras otros reían.
"Yo la vi tan claramente como los veo a ustedes ahora", insistió Ernesto, notando cómo las risas aumentaban.
El supervisor, don Ramírez, puso fin a la burla con un gesto. "Salvatierra tiene treinta años en esta ruta. Si dice que vio algo, algo vio". Pero hasta su voz sonaba condescendiente.
Al caer la tarde, Ernesto revisó mentalmente cada detalle. El vestido blanco, el acento francés, esa expresión de pérdida absoluta. Sabía lo que había visto, aunque nadie más lo creyera.