El Secreto del Cartero: Descubre por qué dejó Recoleta para siempre
4. La Búsqueda
Durante una semana, Ernesto alteró su ruta para llegar más temprano a Plaza Francia. Revisó cada banco, cada rincón, preguntó a los vendedores ambulantes y barrenderos matutinos.
"¿Una joven con vestido blanco? En este frío, don Salvatierra, debe estar soñando", respondió el dueño del quiosco mientras acomodaba diarios.
Cada madrugada, Ernesto recorría las calles aledañas: Azcuénaga, Ortiz, Quintana. Preguntó en edificios, conventillos y hasta en la iglesia del Pilar. Nadie conocía a una joven que coincidiera con su descripción.
Una mañana, mientras inspeccionaba el área por enésima vez, notó algo peculiar: todas sus pesquisas lo llevaban en círculos hacia el cementerio. Como si algo -o alguien- lo guiara inconscientemente hacia esas rejas neogóticas.
Decidió entrar, aunque no sabía exactamente qué buscaba. Entre las imponentes bóvedas y ángeles de mármol, sintió una presencia observándlo. Pero cada vez que giraba, solo encontraba el viento moviendo hojas secas entre las tumbas.