¿Hasta dónde llegarías por tu deber? Un cartero, una encrucijada mortal.
3. El Precio de la Confianza
Durante los siguientes días, Sofía proporcionó información valiosa. Detalles sobre la seguridad de la bodega, la cantidad de dinero que manejaban, los horarios de los envíos. Dimitri estudiaba cada dato, cada pieza del rompecabezas, hasta que tuvo una imagen clara de la situación.
Descubrió que la banda guardaba el dinero en una caja fuerte oculta detrás de una pared falsa en la oficina de la bodega. La caja fuerte estaba protegida por un sistema de alarma y vigilada por dos hombres armados las 24 horas del día. Además, 'El Toro' solía visitar la bodega por la noche, acompañado de sus guardaespaldas.
El plan era arriesgado, pero Dimitri no veía otra opción. Necesitaba neutralizar la seguridad, desactivar la alarma, abrir la caja fuerte y escapar con el dinero, todo sin levantar sospechas. Para ello, necesitaba un cómplice. Alguien con habilidades técnicas y nervios de acero.
Pensó en Viktor, un viejo amigo que trabajaba como electricista. Viktor era un genio de la electrónica, capaz de desarmar cualquier sistema de seguridad en cuestión de minutos. Pero también era un hombre nervioso y paranoico, siempre temiendo que alguien lo estuviera vigilando.
Dimitri dudó en contactarlo. Viktor era impredecible y podría arruinar todo el plan. Pero su experiencia era invaluable. Sin él, las posibilidades de éxito eran prácticamente nulas.
Una noche, Dimitri lo encontró en un bar de mala muerte, bebiendo vodka y jugando al ajedrez con un viejo marinero. Viktor lo saludó con una sonrisa torcida y le ofreció un trago. '¿Qué te trae por aquí, Diego?', preguntó con voz ronca.
Dimitri le explicó la situación, omitiendo detalles sobre su trabajo como espía y la razón por la que necesitaba el dinero. Le dijo que quería robar una caja fuerte a unos narcotraficantes y que necesitaba su ayuda para desactivar el sistema de alarma. Le ofreció una generosa comisión a cambio de su silencio y cooperación.
Viktor escuchó atentamente, con los ojos entrecerrados. Después de un largo silencio, sonrió y dijo: 'Me gusta tu plan, Diego. Es arriesgado, pero emocionante. Cuenta conmigo'.
Dimitri sintió un alivio momentáneo, pero sabía que no podía confiar plenamente en Viktor. Era un hombre inestable y podría traicionarlo en cualquier momento. Pero no tenía otra opción. Había apostado todo a esta jugada. Y no estaba dispuesto a perder.
Mientras tanto, la relación entre Dimitri y Sofía se había vuelto más estrecha. Compartían secretos, miedos y esperanzas. Dimitri se sentía atraído por su vulnerabilidad y su espíritu de lucha. Pero sabía que no podía permitirse involucrarse emocionalmente. Tenía una misión que cumplir. Y Sofía era solo una herramienta.