¿Por Qué Sentí Esto? El Misterio del Cartero Pléyadiano
3. El Sentimiento Inesperado
El hombre intentó apartar a Xylo de un empujón, pero Xylo, gracias a su entrenamiento pléyadiano, era mucho más fuerte de lo que aparentaba. Bloqueó el empujón sin esfuerzo. La joven, aprovechando la distracción, corrió hacia la calle.
El hombre, frustrado, gritó algunas obscenidades y se marchó, dando un portazo. Xylo se quedó allí, respirando hondo. La joven lo miraba desde la distancia, con los ojos llenos de gratitud.
"Gracias," dijo ella, su voz temblorosa. "Me has salvado." Xylo asintió, sintiéndose un poco aturdido. No entendía por qué había actuado así. No era su papel. No estaba programado para ello.
Continuó su ruta, pero la sensación extraña persistía. No era desagradable, pero sí confusa. Era como una resonancia, una vibración en su ser que nunca antes había experimentado. Se sentía...defendido? El había defendido a la joven y... la joven estaba agradecida por ello?
Por la tarde, mientras escribía en su diario, intentó analizar lo sucedido. "He intervenido en una situación de conflicto," escribió. "He experimentado una sensación que los humanos llaman 'protección' o, por lo menos, eso creo." No lograba encontrar las palabras exactas para describir lo que sentía. Era una mezcla de satisfacción, alivio y algo más profundo que no podía identificar.