Logo CodigoPostal.ar CodigoPostal.ar
La forma más facil de comprar criptomonedas

No te quedes afuera

Únete al mundo de las criptomonedas con Binance

Únete al mundo de las criptomonedas con Binance

Te Vendieron un Buzón: La Leyenda de Ernesto y el Estafador de Retiro

Sinopsis: Ernesto, un cartero veterano, revela a sus colegas la verdad detrás de la frase 'te vendieron un buzón', recordando a un estafador inolvidable de Retiro y Once.


Capítulo 1: El Peso del Silencio y las Cartas Perdidas

Ernesto Salvatierra, con sus casi cincuenta años marcados por el sol y la lluvia, clavó la mirada en los jóvenes carteros. Estaban sentados en la sala de descanso, abrumados por el calor del verano y la creciente ola de correos electrónicos que amenazaba su trabajo. Llevaba treinta años recorriendo las calles de Buenos Aires, conociendo cada rincón, cada secreto, cada historia.

El silencio se espesó en la sala mientras Ernesto sorbía su café, un brebaje amargo que parecía reflejar su propio espíritu. Solía ser un hombre de pocas palabras, pero cuando hablaba, la gente escuchaba. No por su tono, sino por la honestidad brutal que destilaba cada frase.

"¿Te vendieron un buzón?" preguntó uno de los jóvenes, intentando romper la tensión. "Es lo que dice mi abuelo cuando alguien lo engañan".

Ernesto sonrió, una mueca triste que arrugó aún más su rostro curtido. "Ah, ¿sí? Pues yo conocí al hombre que hizo famosa esa frase. Y no, no era un mago ni un político. Era un estafador. Uno de los mejores".

La incredulidad brilló en los ojos de los jóvenes. Ernesto rara vez hablaba de su pasado. Lo mantenía guardado bajo llave, como si temiera que reviviera algún fantasma olvidado. Pero esta vez, parecía dispuesto a abrir la puerta.

"Su nombre era… bueno, su nombre no importa. Lo llamaremos 'El Maestro'. Operaba en Retiro y Once. Su especialidad: vender buzones. Literalmente." Ernesto hizo una pausa, dejando que la ironía se asentara. "No buzones de correo, claro. Buzones… vacíos. Ilusiones. Sueños rotos."

"¿Cómo… cómo vendía buzones?" preguntó otro joven, con genuina curiosidad. Ernesto suspiró. La historia era larga y amarga, como el café que estaba bebiendo. Pero sentía la necesidad de contarla. De advertir a estos jóvenes sobre los peligros que acechaban en las sombras, incluso en el aparentemente inocente mundo del correo.

"Prepárense," dijo Ernesto. "Esta es una historia de astucia, engaño y… un poco de humanidad perdida."

Lista de Historias Siguiente ➡