Te Vendieron un Buzón: La Leyenda de Ernesto y el Estafador de Retiro
Capítulo 4: La Tentación y la Traición
Ernesto se removió en su silla, como si el recuerdo de aquel encuentro le causara incomodidad. Los jóvenes carteros lo observaban con atención, esperando el desenlace de la historia.
"El Maestro aceptó mi ayuda," continuó Ernesto. "Lo llevé a mi casa, le di un lugar para dormir, lo alimenté. Lo presenté a mis amigos, lo ayudé a buscar trabajo. Parecía que realmente quería cambiar. Estaba agradecido, emocionado, esperanzado."
"Pero la tentación era demasiado fuerte," dijo Ernesto. "Un día, mientras yo estaba en el trabajo, El Maestro engañó a mi vecina. Le vendió un 'terreno en la costa' que no existía. Mi vecina, una mujer humilde y trabajadora, había ahorrado durante años para comprar ese terreno. El Maestro le robó sus sueños."
"Cuando llegué a casa y me enteré, me enfurecí," continuó Ernesto. "Lo confronté, lo insulté, lo eché de mi casa. Me sentí traicionado, decepcionado, avergonzado. Había creído en él, había confiado en él, le había dado una segunda oportunidad. Y él me había pagado de la peor manera posible."
"El Maestro no se defendió," dijo Ernesto. "Simplemente se quedó ahí, con la cabeza gacha, aceptando mi ira. Luego, se fue sin decir una palabra. Desapareció de mi vida tan repentinamente como había aparecido."
"Nunca más lo volví a ver," continuó Ernesto. "Pero nunca olvidé su rostro, su historia, su traición. Aprendí una lección muy valiosa: que no todos merecen una segunda oportunidad. Que algunas personas están destinadas a seguir el camino del engaño y la mentira."
"Y también aprendí," dijo Ernesto, "que no debo juzgar a la gente por su apariencia o su historia. Que debo ser cauteloso, desconfiado, observar con atención. Porque el engaño puede estar en cualquier lugar, incluso en el lugar más inesperado."
"Por eso," concluyó Ernesto, "cuando escuchen la frase 'te vendieron un buzón', recuerden la historia de El Maestro. Recuerden que hay gente que se dedica a vender ilusiones, a robar sueños. Y que debemos estar siempre alerta para no caer en su trampa."